Como profesionales asumimos responsabilidades a diario: nos comprometemos con nuestras tareas con el fin de cumplir en tiempo y forma con aquello que nos concierne.
¿Qué sucede cuando de nosotros depende la formación integral de “futuros ciudadanos”? Siendo docentes de Nivel Inicial, por ejemplo, comenzamos a acompañar a los niños desde edades tempranas, resultando fundamental diseñar propuestas que los motiven, incentiven y convoquen de manera constante para explorar y conocer su entorno.
El gran desafío se presenta en cada oportunidad que uno intenta responder a sus intereses.
El avance vertiginoso de la globalización nos expone a modernizar nuestras prácticas incluyendo propuestas innovadoras que involucren la utilización de dispositivos tecnológicos. Así, un grupo de niños de 5 años, inició su experiencia como “expedicionarios digitales”.
Al tomar contacto con una excelente noticia que decía: “Un grupo de argentinos emprenderá un viaje al Polo Norte”, se comenzó a indagar y buscar más información sobre los valientes expedicionarios que enfrentarían variadas adversidades con tres objetivos claros: concientizar a toda la humanidad sobre las consecuencias del calentamiento global; tomar muestras de hielo y entregarlas al Instituto Antártico Argentino para que científicos de nuestro país las analicen; y por último plantar con orgullo la bandera Argentina en el extremo norte.
Se visitó durante varios días su página oficial de Facebook: “Expedición Argentina Polo Norte 2016” para iniciar una maravillosa aventura.
Para investigar la información indagada se expuso a los alumnos a organizarse y utilizar herramientas de búsqueda, recurriendo al lenguaje escrito para ser lo más precisos posibles y lograr una búsqueda exitosa, consiguiendo pertinencia de la información, trabajando vocabulario específico y compartiendo rutinas de pensamiento. Luego se filmó a los alumnos enviándoles un video a los expedicionarios, brindándoles todo su aliento para perseverar en un último esfuerzo. La Fundación Criteria lo publicó en el muro de la Expedición y los niños tuvieron el honor de recibir la visita de uno de los integrantes del equipo. El Ingeniero Santiago Tito, Presidente de la Fundación mencionada y Subteniente de Reserva del Ejército, se acercó a la sala y compartió intimidades de momentos maravillosos que vivió como parte de un verdadero equipo de trabajo.
Días posteriores a su regreso del Polo Norte, Santiago Tito y Mauricio Fernández Funes, se dirigieron al Vaticano para participar del cierre del VI Congreso Mundial de Scholas. En una muestra de agradecimiento y valoración al trabajo de los alumnos, los expedicionarios, le regalaron al Papa la noticia redactada por niños de 5 años.
A partir de esta visita, se amplió la investigación llevada a cabo con los alumnos y se profundizó sobre los conceptos de reducir, reutilizar y reciclar; términos que se incorporaron con naturalidad y facilidad, para iniciar un largo camino en el cambio de nuestros hábitos como miembros de una sociedad que necesita comprometerse con la naturaleza a fin de cuidar y preservar el medio ambiente, nuestra fauna y nuestra flora. Sólo de nosotros depende garantizar un futuro prometedor, más confortable para todas las especies que convivimos en un mismo ambiente, valorando la biodiversidad.
Conocer entornos lejanos resulta enriquecedor, más aún cuando se trata de realidades muy diferentes a las que cotidianamente interactuamos. La tecnología es una herramienta fundamental, que acorta distancias y a cada instante nos expone al desafío de seleccionar la información, ser críticos, analizándola y poniendo en práctica una gran variedad de habilidades que posibilitan la exploración de un mundo desconocido.
La experiencia resultó ser el punto de partida de un trabajo que se profundizó y enriqueció a cada instante. Comenzamos siguiendo los pasos de 9 expedicionarios sobre la nieve, para luego recibir a un integrante del equipo de profesionales que se acercó a dejarnos su huella en nuestra sala.
Fue una aventura que a distancia inquietó, movilizó e incentivó a 18 niños que desde una edad muy temprana comenzaron a interesarse por cambiar sus hábitos y difundir todo lo aprendido para generar “conciencia”.
Con un aporte muy simple, comprometiéndonos todos, cada uno desde su lugar, podemos cuidar nuestra realidad y proyectarnos hacia un futuro mejor.
Los niños se desarrollan en entornos muy estimulantes, accediendo a cierta información que no siempre están preparados cognitivamente para interpretar, analizar o elaborar. Seleccionando material, previo a exponer a los alumnos a una experiencia nueva, se planifican situaciones enriquecedoras que diseñarán espacios de intercambio y aprendizaje, tomando siempre nuestras planificaciones un formato flexible para acompañar todo aquello que pueda surgir del interés que espontáneamente comenzarán a manifestar una vez que se entusiasmen con los temas abordados.
Es posible trabajar en pos de un cambio, comenzando por valorar nuestro accionar y tomar conciencia de la importancia que adquiere desarrollar mayor empatía con aquello que acontece a nuestro alrededor.
Andrea Ingrid Bontemps